Nos recuerda que el sufrimiento no está excluido de nuestra existencia, pero a través de la unión con Cristo crucificado, podemos encontrar sentido y trascendencia en nuestros propios dolores y dificultades. Espinas y disgustos, en suma. Sin dialogar del dolor que causan las desgracias y culpas de los hombres cuando se les gobernante tanto y